Tras un largo viaje (toda la noche en autobús desde Quito) llegamos a Esmeraldas donde otro autobús tras otras dos horas de viaje nos acerco a Monpiche, luego una furgoneta nos entró al pueblo, un bonito pueblo pesquero, sencillo, una única carretera asfaltada y luego calles de arena. Ariadna encantada de poder caminar descalza por la calle. Llevamos pocas horas aquí pero encontramos un hostal agradable y bonito que llevan unas argentinas. Este lugar promete, mar y selva, creo que nos vamos a quedar un tiempito. Vamos viendo. Besitos familia y amigos. Muasssssssssss
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