EL ORIENTE. LA SELVA

A orillas del Rio Napo  en el puerto de Mishagualli se ecuentra esta pequeña comunidad Kitchua.  Para acceder a ella has de ir en canoa o en unas pequeñas lanchas. A pocos km este rio desemboca en el Amazonas. Mishagualli pertenece se encuentra a 45 min del Tena y es una preciosidad. Para llegar hasta Mishagualli cogí un bus desde el Puyo y me bajé en Puerto Napo, desde allí coges otro bus que cuesta 0'45 centavos y te lleva hasta Mishagualli. Hay que tener cuidado ya que a la vuelta los buses van llenos y te puedes quedar horas esperando en Puerto Napo, por eso decidí viajar hasta Tena y comprar un boleto con asiento, para asegurarme. Aun así vale la pena, ya que todo el trayecto en bus es espectacular.

 

Fue lindo pasar una noche en esta pequeña comunidad y jugar con estos niños. La verdad es que la selva no deja de impresionarme, esa vegetación exhuberante, los rios, riachuelos, los sonidos, ....

Jugamos a lanzar bolas de arena al rio, fue divertido, A Ariadna le habría encantado. Había bastantes mosquitos pero con repelente no me picaron. La noche también fue genial porque se nos regaló una bonita tormentaza en la selva y esto hizo que refrescara un poco.

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Menos mal que en la cabaña no estaba del todo sola, en la habitación de al lado estaban dos chicos argentinos super agradables. Tuvimos tertulia nocturna con vistas a la selva interesante. Este lugar es muy económico, por 5 dolares duermes en una cabaña de madera, sin comodidades, sin baño cerca y con visitantes en la habitación. Pero el lugar vale la pena ya que la cabaña esta en lo alto de la montaña y tienes unas  vistas muy bonitas. Y los murcielagos de la cabaña como estas bajo la mosquitera no hay mucho que temer. Eso si la mosquitera bien bien cerrada.

Vistas desde la cabaña

Otro de los atractivos de Mishagallí, son los monos araña, están por todo el pueblo, pero tienes que tener cuidado porque abren mochilas y te cogen lo que pueden. Son muy muy atrevidos. 

Bueno la estancia fue corta porque Josep y Ari no vinieron y los echaba de menos, pero volveré a la Selva, me parece uno de los lugares más bonitos de Ecuador.