Estos días en la playa han sido muy
especiales. Nos vinimos a Galápagos con Pepe y Elena y la verdad es
que las dos horas de lancha hasta Santa Isabela han dio muy duras. Me
lo pasé mal al verte mareada, aún así casi ni te quejastes y al
minuto de bajar de la lancha ya estabas riendo, jugando y super
contenta como si no hubiera pasado nada.
Al venir para una semana no cogimos
ningún cuento ni juguetes... y para mi ha sido muy mágico verte
jugar, observarte en tu juego, en ese momento tuyo tan especial que
ningún adulto debería interrumpir o interferir a no ser que el niño
mismo te incluya o invite al juego. Esos momentos de palos, piedras,
conchas, o solamente pura arena, puro e inteso placer.
Amontonar, apretar, amasar, pisar,
espolvorear, lanzar, acumular, esconder, cocinar.
Palos convertidos en personas, que
mantienen unas conversaciones de lo más interesantes.
Porque cuando no hay nada cualquier
cosa puede convertirse en juego, en personaje (una cuchara y un
tenedor, unos cordones de zapatillas, los calcetines, una pastilla de
jabón, unas migas de pan, tus propios deditos....). Que lindo y que
hermoso poder ser observadora de este espectáculo tan mágico.
Así que ahora me alegro de no haber
traido juguetes ni material preparado y os invito a todos papás y
mamás a observar más e intervenir menos. Proteger esos momentos de
juego, de alimento imprescindible para los niños y niñas.
Permítete parar, sentarte, respirar y
simplemente observar.
La oralidad ha sido otro de los
momentos especiales. A mi particularmente me encnatan los cuentos
ilustrados y en este viaje nos han acompañado “El ratón Mariano”,
“Historia de ratones”, “Versos vegetales”, pero éstos se
quedaron en Nayón y tú seguías teniendo sed de cuentos. Y ha sido
aquí donde me he reencontrado intensamente con la narración oral,
vivencia e intensidad desde la memoria, la invención o la
improvisación de una historia. La fluidez de las rimas, la
repetición, ... sin papel por medio, caminando bajo el sol pero las
dos metidas intensamente en la historia, viviéndola en el presente,
visualizando el cuento, poniéndole color, tono, intensidad,
matiz,.... Ha sido algo muy especial y me ha hecho pensar en la
importancia de la palabra contada, narrada, hecha tuya,
interiorizada,..... TODO UN VIAJE !!
Como dice mi amigo Victor: “menos
aparatos con botones y más abuelas con camisones” (y papás,
mamás, tíos, tías, ... que cuentan que cantan...).
Cuanta razón tienes Victor, que gran
maestro y persona eres. Gracias por todo lo que me has enseñado y
compartido. QUE GRANDE VICTOR POVEDA!!!
Precioso! Preciosas!
ResponderEliminarCómo me alegra sentiros tan bien, con tanta energía, con tanto amor a todo....
Y sin embargo, con lo poco ...Cuánto mucho y grande puede llegar a ser...!
Vivimos en la "abundancia,", a veces,pero hay que tratar de controlarla
, que si no se nos escapa.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Mónica.Guapa!
También os echamos de menos.
Seguig disfrutando mucho, amores. (Por cierto, lo de los camisones es de la Walsh....Gracias por enseñarme también y por compartir y aprender de ti.
Un beso muy grande para los tres y un abrazo de oso "a lo bestia", como diría la familia. Muchos besos para Paty y Jorge.
Baños! Que recuerdos!
Os quiero.
Vic.
Paraules de "MARE" compartides... intenses, precioses... com tu, Mare, com tu, Amiga... què bonic!
ResponderEliminarParaules de "MARE" compartides... intenses, precioses... com tu, Mare, com tu, Amiga... què bonic!
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